Al tapar la sartén de la cocina de juguete de mi sobrina, ella me paró el brazo y me susurró algo que su hermanastra le había confesado en un columpio. "Creo que mi madre intenta matarme... no se dar cuenta... lo está haciendo". Yo, no supe qué decir. Creo que es verdad. Salió por su boca.
THOMAS BERNHARD Y EL ANARQUISMO
Il y a 6 heures
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